sábado, julio 02, 2022

EL LÁPIZ EN EL OJO - Muestra de ISOL en Rosario, Centro Cultural Roberto Fontanarrosa


 


¡Se viene gran muestra en la ciudad de Rosario! En el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, tres salas llenas de garabatos de ésta que les habla, y espacio para que garabateen los asistentes.

Inauguramos el JUEVES 7 DE JULIO A LAS 18 HS.
Entrada libre.
Dibujos, libros, oráculos y bordados gratis. Hasta el 28 de agosto.
Les esperamos.

jueves, diciembre 30, 2021

2022, allá vamos! /. 2022 , here we go!

 

Es difícil desear a veces sin sentirse ingenuo, pero también ayuda a saber qué es lo que queremos de verdad...¡que podamos seguir deseando con alegría, creando y agradeciendo la maravilla de la vida!


Gracias por acompañarme este año a los que me leen, escuchan y siguen, a los que me quieren y quiero cerca. Abrazos entretejidos de colores y entusiasmos.

viernes, diciembre 24, 2021

Presentamos La Costura en Argentina


¡Y saqué libro nuevo! La Costura salió en castellano por Fondo de cultura Económica de Argentina,

y espero que pronto salga por FCE México. Tuvo su origen en un encargo para el Palestinian Museum 

por eso usé los hermosos bordados palestinos como inspiración, ya que tengo un bello chal de ese origen.



VER Video Streaming de la presentación en FCE Argentina








 Y es muy emocionante ver su versión en árabe, editada por el Palestinian Museum, que se lee de derecha a izquierda. Gracias por estas oportunidades de inventar y ofrecer mis historias a los niños y niñas de lugares y culturas diferentes. Compartimos el mundo, la imaginación y el sentimiento.




martes, febrero 04, 2020

Una presentación IMPOSIBLE (del Archivo, fines de 2018 en BCN)

Con mucho retraso, quiero poner algo de lo que fue la presentación de este libro 
(en el momento no quise porque develaba un poco el final del libro) 


With a long delay, I want to put some of what was the presentation of this book. (At the time I did not want to because it revealed a little the end of the book.





Hicimos la presentación de mi libro IMPOSIBLE 
en el auditorio de la Biblioteca del Congreso, 
en Diciembre de 2018, y nos quedó chico. 
We made the presentation of my book IMPOSSIBLE
in the Library of National Congress auditorium,
in December 2018, to full room.



 Con la compañía del músico Nicolás Cecinini, tocamos unas canciones: "El día Llegó", De Isol/Zypce, e "Imposible", una canción de They Might Be Giants, con la letra traducida al español.

With the company of musician Nicolás Cecinini, we played some songs: "El día Llegó", De Isol / Zypce, and "Imposible", a song by They Might Be Giants, with the lyrics translated into Spanish.


Lectura del libro, con acompañamiento musical

Reading the book, with musical accompaniment



 Opiniones sobre el libro, finales alternativos, deseos de cambiar a ciertas personas adultas ;)

Opinions about the book, alternative endings, desires to change certain adult people;)





Dibujé algunas personas transformadas según los deseos del público.

I drew some people transformed according to the wishes of the public.


Apareció una prima de la señora Meridiana y propuso hacer una poción allí mismo. Anotó todos los pedidos de grandes y niños.

A cousin of Mrs. Meridiana appeared and suggested making a potion right there. He wrote down all the requests for adults and children.



Les pedimos a los grandes que cerraran los ojos, ¿y qué pasó?

We asked the adults to close their eyes, and what happened?


¡Los niños se convirtieron en gatitos!

The children became kittens!


¡Hasta el músico!

Even the musician!



¡Hicimos sorteos y bailamos!

We did raffles and we danced!




 Y después los chicos pintaron su máscara de acuerdo a su personalidad gatuna.

And then the children painted their masks according to their cat personality.









 ¡Un hermoso lío! Gracias a todos los que nos acompañaron, a la BCN, a Lola Rubio y la editorial FCE.
A beautiful mess! Thanks to all who accompanied us, to the BCN, to Lola Rubio and the FCE publishing house.





Luego hicimos otra presentación en la Feria del libro, pueden ver una reseña este link
Nota en Avión que va. Me divertí mucho en esta presentación, excusas para encontrarnos y compartir.
Then we made another presentation at the Book Fair, you can see a review of this link Nota en Avión que va .

I had a lot of fun in this presentation, there are good excuses to meet and share.


lunes, mayo 06, 2019

Migraciones, postales de un mundo abierto

 Migrations: Open Hearts, Open Borders


Este hermoso proyecto de postales sobre migrantes, reseñado en The Guardian en UK 
. Thank you, dear Piet Grobler, for the invitation 

domingo, diciembre 09, 2018

Llega IMPOSIBLE ¡nuevo libro!


Después de casi dos años sin novedades literarias, llega este libro con la pequeña gran historia de Toribio y sus padres: IMPOSIBLE, editado por Fondo de Cultura Económica.
Ya lo presentamos en México en la FILIJ, y ahora llega a Argentina, con un evento en el Espacio Cultural de la Biblioteca del Congreso Nacional. Será el SÁBADO 15 DE DICIEMBRE, a las 17 hs (habrá actividad de kermés literaria desde las 16 hs)
Los esperamos para festejar y apapacharnos.
Isol

martes, julio 31, 2018

Nota en Almagro Revista

Nota en ALmagro Revista

Isol Misenta: “Los nenes todavía piensan que el mundo está bueno y que la cosa va a terminar bien”


Texto: Cecilia Alemano / Fotos: Karin Idelson

En esta casa, en un pasaje de Almagro, es pleno invierno como en el resto de la ciudad, pero con una ligera diferencia: aquí el arbolito de Navidad está armado. ¿Todavía armado? No: recién armado.  “Ayer los chicos querían jugar a la Navidad”, explica Rafael Spregelburd, el dramaturgo y director de teatro –para los fines de esta entrevista, el marido- que un día se asumió como un “pesimista por naturaleza” y que por eso se habrá buscado alguien obstinadamente optimista como compañera de vida. Antón, que tiene 6, asiente con gesto serio. Frida, que tiene 2, sonríe y se cuelga a upa de su mamá. Su mamá es ella, Marisol Misenta: Isol.
Publicó tantos libros que perdió la cuenta. “Deben ser veintitrés o veinticuatro”, dice. Y realmente no le importa el número exacto. De hecho el último que se molestó en subir a su web es de 2011 (el bello Nocturno, recetario de sueños, pensado para leer a oscuras), y tampoco Wikipedia tiene la data actualizada. Son 26, sin contar las ilustraciones para los textos de Graciela Montes, Jorge Luján, Antonio Fernández Molina y Paul Auster. (Sí, el mismísimo Mr. Auster). A ella le parecen pocos; lo dice así. Y no es que sea una adicta al trabajo, es que tiene la constante sensación de estar yendo detrás de sus ideas, que le brotan por todos lados. Entonces, las horas del día no alcanzan para hacer todo lo que quiere hacer: escribir y dibujar libros, ilustrar libros de otros, ser jurado de concursos, dar notas a revistas y radios, inaugurar muestras y series de TV basadas en sus personajes, liderar una banda pop, tomar clases de canto, criar dos hijos, escribir más libros e ilustrar más libros. Una vida no le alcanza a Isol, que ya ganó el Memorial Astrid Lindgren  -un premio millonario que da el gobierno sueco a la literatura infantil-  y que fue dos veces finalista del Hans Christian Andersen, el Nobel de los autores para chicos.
Ahora, el olor a pan tostado trepa hasta el tercer piso de esta casona, donde está su estudio, amplio, con un ventanal por el que se van colando las luces de la tarde.
¿A vos te parecen tan extraños los niños?”, dice. Su primera respuesta es otra pregunta. (No. Su primera respuesta fue una carcajada, porque la pregunta era: “¿Cómo ver el mundo a pocos centímetros del suelo?”. Y ella echó un vistazo a su metro cincuenta y poquísimos y rió. Ríe con muchas ganas, Isol). Vamos de vuelta: ¿Cómo ver el mundo con ojos de niña? Isol, de pronto, recuerda una película. Una de Viggo Mortensen. Apura el relato de la trama hasta llegar a la escena que le interesa. El personaje de Mortensen y un nene están huyendo de zombis y hace cada vez más frío. Mientras van hacia lugares cálidos juntan comida, pero en un momento les roban. Cuando encuentran al hombre, en castigo, el padre le hace devolver todo, hasta dejarlo desnudo. El nene, de siete años, reacciona: “No, papá, devolvele la ropa, la comida, todo” Y el hombre le dice: “¿No ves que lo necesitamos para nosotros?”. El nene enfurece. Entonces el padre le dice: “¿No podés dejar de preocuparte por los demás?”. El chiquito le contesta: “¡No! ¡No puedo!”. Eso son los nenes”, dice Isol, y sus ojos ahora están vidriosos: “Yo no me siento tan diferente de esa mirada”.
Ponerse en el lugar de un nene o una nena la emociona. “Es un lugar de misterio. Por un lado, muy vulnerable y por otro, omnipotente… optimista. Los nenes todavía piensan que el mundo está bueno y que la cosa va a terminar bien”, dice Isol. No siente que al crear recree lo que les pasa a los chicos, porque ella siempre está de ese lado. El Menino, por ejemplo, es su hermoso relato de la experiencia de ser un ser humano empezando a transitar este mundo. Cuando lo escribió (escribir es un decir, porque sus libros son imagen y texto inextricablemente unidos), se estaba estrenando como madre. Muy consciente del cambio copernicano que, a sus 41 años, había experimentado su vida, decidió invertir –o, sin querer, invirtió– la mirada: “Miremos el laburo que está haciendo el pibe para adaptarse a vos, a tus mambos, a tus olores, a tus horarios. ¡Y no se puede quejar!”, dice. Su personaje Petit, adorado por los chicos, es otro claro ejemplo de su toma de posición. Porque Petit, ante todo, mira el mundo sin juzgar. “Los que no entienden el libro son los adultos”, se enoja ella, y es tan evidente que está de la vereda niña en esta contienda. “‘¿Cómo podés decir qué es malo y qué es bueno?’, me preguntan a veces. Y yo les contesto que no soy yo la que lo dice; la sociedad lo hace todo el tiempo. Entonces el libro lo pone en cuestión. Un lobo no es malo porque se coma a los corderos, sino que se los come porque tiene que comer”, explica. “Así es Petit: mira desde todos los puntos de vista”. Isol ve lo luminoso y lo oscuro. Quizás porque tiene muy presente eso de que la oscuridad es sólo ausencia de luz. “De chica leí un cuento chino donde un hombre tenía que cruzar un lugar con un fantasma encima. Se echó a reír y el fantasma se fue. Es una metáfora muy real. Cuando lográs reírte de tus fantasmas ya no estás atrapada en el medio, podés avanzar. Es muy liberador”.

“De chica leí un cuento chino donde un hombre tenía que cruzar un lugar con un fantasma encima. Se echó a reír y el fantasma se fue. Es una metáfora muy real. Cuando lográs reírte de tus fantasmas ya no estás atrapada en el medio, podés avanzar. Es muy liberador”


Sus primeros recuerdos son el sol de la mañana; la tía Leti (“Siempre muy juguetona, muy aniñada”); su primer libro: uno de Pipo Pescador, ilustrado por Renata Schussheim (“Por ahí tenía una página en blanco. Mucha libertad sobre el papel. Había una búsqueda artística”); los cuentos de Polidoro. (“Ilustrados con estéticas complejas: Ayax Barnes, Napoleón, Sábat… un lujo”) y después, un sentimiento de preocupación. “Me preocupaba si me querían o si no me querían. Quería controlar un poco lo que pasaba alrededor. Mi mamá me tuvo muy chica. Se separó enseguida y se juntó con el que para mí fue mi papá. Era una situación compleja, sobre todo con la familia paterna. Había una demanda de amor extraña, que una no entiende cuando es chica. Yo quería querer a todos, que todos me quisieran y que todos estuvieran contentos”. Piensa un momento. “Yo creé a La bella Griselda (su primer y último personaje adulto, su primera y última princesa) para despedirme de esa necesidad de gustarle a todo el mundo, de la demanda sobre cómo una tiene que ser y empezar a reírme más de mí y estar más entregada”. Vuelve a pensar un momento y exclama: “¿Vos viste lo que tarda una en convertirse en una persona bien? No me gusta esa gente que melancoliza la infancia. Ahora soy mucho más libre que cuando era chica. Lo único que extraño es la seguridad que me daban mis padres al tener una respuesta para cada una de mis preguntas. Era muy tranquilizador”.
Igual que una nena, Isol cataloga a las personas según le caigan bien o mal. Todo nene o nena, en principio, le cae bien (“Siempre tiendo a pensar qué es lo que le está pasando a un nene cuando se encapricha o es mandón. Seguramente tiene miedo de perder un lugar”).  Las mamás y los papás que compran sus libros, también le caen bien (“Son gente que gusta de salir del lugar común, a la que le gustan la sorpresa y ver niños que no necesariamente estén portándose bien”.) Los ilustradores, también le caen bien, de hecho lo que más valora de recibir premios es la oportunidad de conocer a sus héroes. Hay una sola cosa que no perdona en un colega, y es que caiga en la solemnidad. “Para mí, un libro que te quiere llevar a una sola visión de las cosas, que te deja angustiado sin poder pensar más allá o que te hace sentir culpable, está mal. Todos los temas, hasta los tristes, se pueden tratar, pero hay que ver cómo. Para mí tiene que haber humor. Lo solemne está medio muerto. Y, la verdad, no hay que tomarse tan en serio”.
Es que para Isol  –que no puede dejar sus ojos niños más que por un minuto, los adultos tenemos un montón de problemas.El principal es que la mayoría ya no nos queremos preguntar nada. “O porque sufrimos, o porque nos da impotencia”. También tenemos muchos miedos. “Los nenes, en cambio, tienen menos miedos porque no saben de los verdaderos peligros”. Otro problema: somos poco espontáneos. “Se suele decir que los nenes son ingenuos; no, ellos son frescos. En la infancia todo es menos enrevesado y más transparente”. Por último, tal vez el peor de todos de acuerdo con su diagnóstico,  el escepticismo. Será por eso que a los visitantes de su sitio web, Isol los saluda con el pasaje de A través del espejo, de Lewis Carroll. “‘¿Que no lo puedes creer?’, dice la Reina, apenada. ‘Prueba otra vez: respira hondo y cierra los ojos’”. Sí: hay que cerrar los ojos y creer en algo. “Creo en salir un poco de ese yo, en jugar, como los nenes”, dice Isol: “Creo en el disfrute en sí por estar haciéndolo”.